viernes, 20 de septiembre de 2013

El Mordisco

Av. Monasterio de Silos 20  28049 Madrid


Madrid, 20 de septiembre de 2013

Después de más de 5 años en el barrio por fin un restaurante ha despertado mis sentidos y me ha sacado un "ya era hora". Han aflorado las ganas de compartir con todos vosotros mis impresiones descubriendo los locales de restauración del barrio de Montecarmelo. Llevo un tiempo buscando un lugar donde tomar una ración de bravas, placer de los placeres, y no ha habido manera. Cómo, os preguntareis, alguien dedicado al mundo de la gastronomía puede soñar con una ración de bravas. Y a los hechos me remito: en cualquier conocimiento se empieza de abajo a arriba. Con el sentido del gusto es igual, la simplicidad de algo tan delicioso como unas buenas bravas y una bebida fresquita es algo que, en la mayoría de las salidas informales, te da la vida. Sin olvidar que también le da la vida a tu bolsillo porque no se vosotros pero cuando leo "crujiente de patata con gota de ali-oli y perlas de zumo de perejil con ajos confitados a la trufa" me duelen el bolsillo y el estómago -de hambre- a partes iguales. Olé a "El Mordisco" por incluir rabas, bravas, morcilla y otras tantas tostas y raciones como Dios manda. Por el momento sólo he probado algunos platos pero he de decir que el solomillo con brie me ha enamora -y no soy mucho de cerdo-. El flan de queso es único y sorprendentemente sabroso.

Estuve hace unos años y, sinceramente volví por una recomendación más que por iniciativa propia. No sin miedo descubrí que algo ha cambiado; bien gerencia, cocina o ambos pero aplaudo el cambio y les animo a seguir en esa dirección.

La terraza el agradable aunque confieso que hacía una noche espectacular. Se agradece que hayan cambiado esas sillas mortificantes que debieron regalarle sus peores enemigos para espantar a la clientela. Aunque a priori no atrae el diseño me quedo con que se ve compensado por la calidad de la cocina.

El servicio. Pues efectivamente merece un punto y a parte porque la cocina y la sala son como las las mujeres y los hombres, de Venus y de Marte. En la cocina sufres por sacar los platos a tiempo y, cuando lo tienes gritas "Paco!Listo!" y claro, Paco oye "Paco!Pisto" y sigue con lo suyo porque nadie ha pedido pisto. Si saber que el pobre camarero no se ha enterado el pobre cocinero empieza a incendiarse. Y cuando el plato ya está frío y es susceptible de ser lanzado por los aires -temperamento que muchos cocinero compartimos al topar con la frustración- Paco se acerca y dice "Qué, tienes las bravas o qué". Fuego, claro, incendio. Pero esto era simplemente una ficción para explicarme bien. Si el servicio es correcto, es decir, en el límite del bien y del mal más tirando al mal, se puede ver compensado por la buena voluntad del camarero y/o los gerentes. En este caso suplieron con bastante soltura las lagunas que había en este terreno. Definitivamente me he quedado con ganas de probar más carta y darle a Paco el beneficio de la duda.

Un saludo,

                                                                                              El Chef Indiscreto


€€€€€
Opinión general 7,25

Configuración de la carta 8,5
Calidad de los alimentos 8,5
Apariencia del local 6
Servicio 6

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