viernes, 18 de julio de 2014

Taberna El Pescador




Monasterio de las Huelgas 19, Madrid


Madrid, 14 de Mayo de 2016

Ya iba siendo hora de actualizar este restaurante. Habitualmente cuando visito un local poco tiempo después de su apertura es cuando encuentro su mejor cara, algo que se va diluyendo con el tiempo para pasar a una calidad aceptable en el mejor de los casos. Para mi sorpresa El Pescador incluso ha mejorado con el tiempo. Los camareros siguen siendo los de toda la vida de camisa corta y boli con libreta, muy buenos profesionales. La calidad de la comida es indiscutiblemente buena. Tienen un menú del día bastante razonable aunque recomiendo compartir raciones. Los trigueros, las verduras a la plancha, los huevos rotos, cualquier pescado a la brasa o en salsa, muy muy bueno. No os olvidéis de probar las láminas de anillas de calamar rebozadas, no apto para dietas ligeras eso sí. En cuanto a postres a tener en cuenta la Red Velvet; aseguraros que no os rocían con sirope industrial  ninguno de los postres, que manera de destrozar un buen trabajo casero. 

Sólo tengo una pega y es que el local es pequeño para la cantidad de mesas que acoge y por ende bastante ruidoso. Pero si quieres comer muy bien y rápido con una relación calidad precio muy buena -que no barato- no dudes en visitar este restaurante.


Os invito a que dejéis comentarios y experiencias.

¡Nos vemos!

Un saludo,


                                                                                   El Chef Indiscreto




€€€€
Opinión general 8,25

Configuración de la carta 8
Calidad de los alimentos 9
Apariencia del local 7
Servicio 9



Madrid, 18 de julio de 2014

Esta taberna está situada  en el local donde se encontraba El Cucurucho y que hace ya un tiempo era un Caja Madrid. A mi parecer es la mejor esquina de Montecarmelo por su localización, su amplia terraza casi sin cuesta y su razonable tamaño y distribución.

Confieso -ya sabeis que me gusta confesar- que me dejé caer un par de veces y hasta me llegué a sentar. Allí esta yo feliz de poder probarlo, pero el bolsillo estaba más bien en modo tapeo. Llegó el día, afortunadamente. Nos sentamos en lo que parecia un bar "bien" reconvertido en restaurante con manteles y copas buenas. No es una queja, es una observación. Tal vez por ese ambiente creí al principio que caerían unas tapas aquel día. Es un local agradable aunque muy concurrido esa noche. 

Llegué tarde así que revisé la carta con un poco de prisa. Decidimos pedir cuatro platos para compartir. Pulpo, alcachofas con jamón, ensalada de tomate Raf con ventresca y lacón con pimentón.  Le hice gestos al camarero para que se acercara pero no había manera. A la quinta vez tuve la certeza de que me ignoraba a propósito a menos de un metro de nuestra mesa. Al final se giró para indicarnos que primero había esperado él y ahora tendríamos que esperar nosotros. Interesante actitud. Se acerco a la mesa y comencé "una caña por..." y hasta ahí llegué. Me dijo que él me indicaría lo que tenía que pedirle y así lo hizo: primero los platos y luego la caña. Honestamente, parecía un buen hombre, con un gran ego absurdo. Llegaron los platos y con ellos la sorpresa. Lacón: correcto. Pulpo: exquisito. Alcachofas con jamón: las trajo con almejas. Ensalada de tomate raf con ventresca: casi había que buscar el Raf entre tanto tomate variado. Dado que trabajo en el sector se lo que significa que te devuelvan un plato caro que ya no puedes servir, así que opté por no mencionar la equivocación del jamón por las almejas -muy ricas en todo caso-. Pero el tomate me picó un poco así que llamé al camarero. Le expliqué que en la carta ponía específicamente tomate Raf y que no era eso lo que había en el plato. Trató de confundirme con historias de pedidos de tomate y las variedades pero llegó un momento que se debió dar cuenta de que no me quejaba sin fundamento. Aclarado el tema de que cobraban bastante por un tomate que no era lo que prometían, le dije que no quería nada, tan sólo que sirvieran lo que ofrecen, porque un tomate de dos euros el kilo y otro de ocho no pueden confundirse y no estaba bien. Y es de justicia decir que salvó la noche. Trajo un plato fantástico de verdadero tomate Raf que estaba imponente. Así desde el principio es como se triunfa, pero desde el principio. Con esta última ensalada apareció mi cerveza...

He llegado a la conclusión de que es un local joven que necesita un poco más de rodaje pero muy prometedor. Se movían unas merluzas asadas que daban ganas de robarlas. La calidad y elaboración de los alimentos es incuestionable. El servicio es bueno de base pero creo que habría que poner un poco de orden. No poner acompañamiento con las bebidas es un despiste que desdice. Tratar al cliente como si estuvieras en tu casa no es lo ideal, tienes que hacerle sentirse como en casa.

Caro? Más bien diría que cuesta bastante dinero comer una cantidad suficiente, pero claramente lo vale.

Sin duda quiero volver y probar los platos principales. Un restaurante es como una orquesta y sin un director es un caos. Espero sorprenderme con una melodía más afinada en mi próxima visita.

Os invito a que dejéis comentarios y experiencias.

¡Nos vemos por el barrio!

Un saludo,

                                                                                   El Chef Indiscreto




€€€
Opinión general 8,25

Configuración de la carta 8
Calidad de los alimentos 9
Apariencia del local 9
Servicio 7


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lunes, 5 de mayo de 2014

Entrevista para Zitus

Madrid, 5 de Mayo de 2014

Con un poco de retraso cuelgo la imagen de la entrevista que hizo la Revista Zitus a El Chef Indiscreto. Podeis leerla buscándola en su página web www.zitusmadrid.com o directamente en la siguiente dirección http://www.calameo.com/read/000498149cf41d2d212e3

Espero que os guste.

Saludos,

            El Chef Indiscreto




miércoles, 5 de febrero de 2014

Taberna Volapié

Avenida Monasterio de El Escorial 24, Madrid


Madrid, 14 de mayo de 2016

El local está vacío y lo están reformando, veremos en qué se convierte. Nunca aposté por Volapié y no cambio mi opinión



¡Nos vemos!

Un saludo,


                                                                                   El Chef Indiscreto


Madrid, 29 de enero de 2014

Llevo tiempo queriendo escribir una valoración pero la vida no me lo ha permitido hasta hoy. Y la verdad, aunque este blog tiene espíritu de servicio, no me habría importado evitar la Taberna Volapié algún tiempo más. Allí hemos ido mi medio limón y yo con la mente abierta y el estómago vacío. Hacían algo de eco ciertos comentarios de "caro" y otros de "no está mal". Había que visitarlo, sí o sí, aunque sólo fuera por tratarse de uno de los locales con el alquiler más caro del barrio, doy fe. El local es gracioso, la decoración agradable y estudiada y el espacio muy bien aprovechado tratándose de un local de dos alturas. Agradable en general y acogedor. Al sentarnos he dado gracias por ser sólo dos porque no hubiera habido manera de sentar a otra pareja más en esa mesa tan pequeña con unas sillas de confort más que cuestionable. La carta me ha convencido del todo, variada y apetecible: salmorejo, atún ahumado con mermelada de tomate, pulpo frito, croquetitas de rabo de toro... Y el precio también ha captado mi atención: menús del día de diez y quince euros. Nuestra comanda ha sido una ensalada de pulpo con salsa semipicante, crema de trigueros con ventresquita, hamburguesa de rabo de toro y bocata de pan de tinta negra con calamares y salsa césar. La crema bien elaborada aunque confieso que no soy de purés. La ensalada, incomestible al principio por estar muy salada, ha sido sustituida por otra que no ha tenido mejor suerte (no se si ella o yo): lechuga blanda, salsa cesar que era mayonesa con algún saborizante, y el pulpo duro. Confieso públicamente que esta ensalada se va a mi top cinco de "nunca jamás". Pero la broma ha sido cuando han traido la hamburguesa y el bocadillo o, debería decir, la hamburguesitita y el bocatitito. La primera, rica rica la carne pero un chiste el tamaño y el pan chicloso. La segunda una broma directamente: pan correoso y me ha costado encontrar los calamares que tenían vocación de anillas de caucho. Y claro, hambre traíamos, así que ha habido que hacer una inversión extra: cazón en adobo. Piensas "no puede fallar"; pues sí puede, blanda la fritura, seco e insulso. Y no creáis que no me duele hacer una valoración tan explícita pero ha sido una bienvenida dolorosa tras un tiempo fuera del circuito. Como de dolorosos los más de treinta euros que hemos tirado, digo gastado.

Los camareros atentos y simpáticos. Las copas sucias, una pena, incluso las de repuesto. La cubertería demasiado básica. Pedir expresamente una jarra de agua y que te traigan una botella...no pasa nada pero pica un poco, más por el gesto que por el dinero.

En general creo que la idea de la taberna es ser la típica taberna andaluza donde se come de muerte y llena de palillos y pelotillas de servilletas por el suelo de la que sales con el estómago lleno y en bolsillo también. Ójala vean los dientes al lobo y tengan menos decoración cool y más comida de verdad a precios más justos.

Tardaré un tiempo en dejarme caer por aquí otra vez, un tiempo largo. Espero sorprenderme entonces y poder dar una valoración digna de un local con una inversión tan grande.

¡Nos vemos por el barrio!

Un saludo,

                                                                                   El Chef Indiscreto




€€€€
Opinión general 5,6

Configuración de la carta 7,5
Calidad de los alimentos 1
Apariencia del local 7
Servicio 7


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Como excepción, quiero añadir un email que he recibido de la Taberna. Una de las reacciones más constructivas que he visto en mucho tiempo. A falta de una nueva valoración, creo que es de justicia que sepáis como gestionan este local a pesar de mi experiencia: 

" Chef, en primer lugar quisiéramos agradecer tus palabras, porque detrás de cada crítica, constructiva o destructiva, se esconden palabras que responden a sensaciones y sentimientos y por lo tanto son dignos de ser escuchados y valorados. Y queremos que sepas que así lo hemos hecho. No es tanto el fondo, como el trasfondo de lo que mencionas lo que nos ha despertado y preocupado de forma inmediata. Tal y como lo mencionas, sin duda vuestra experiencia no ha sido satisfactoria, resultado de una combinación de acontecimientos que no se deben ni producir ni repetir. Por ello nos hemos puesto de inmediato manos a la obra, y aun siendo franquicia como bien dices, el resultado final tiene que ser cuanto menos igual de bueno en cualquier lugar. Este fin de semana está con nosotros el chef máximo del restaurante, creador de nuestra carta y nuestro producto, con el objetivo final de que el resultado sea no solo satisfactorio sino espléndido.


A lo largo de este fin de semana podrás valorar, sí así lo estimas, que la experiencia que ha generado tus comentarios han sido producto sin duda de una serie de acontecimientos erróneos, y no resultado de la labor diaria de los profesionales que ejercen su actividad en la taberna.
Te invitamos a que te presentes para compartir con nosotros una experiencia "diferente" a la que tuviste, y compruebes por ti mismo el resultado, lo que sin duda generará un diferente punto de vista y hará cambiar tu valoración hacia nuestro producto y servicio"